Un si rotundo de la comunidad chinacotera, se evidenció el miércoles 25 de enero, ante el llamado para realizar una jornada cívica y así para darle una manito a la carretera que desde La Donjuana conduce hasta el alto de Mejué
Agricultores, Transportadores, Policía, Defensa Civil, Bomberos, Comerciantes, Funcionarios municipales, Concejales, Iglesia, Líderes cívicos, comunales y solidarios, en fin, todas las fuerzas vivas del municipio se unieron para limpiar maleza en los costados de la vía, abrir de nuevo las cunetas, tapar huecos y demostrar que se avanza en un nuevo ciclo de más pertenencia por la tierra de sus amores y que en grupo todo puede ser más fácil de hacer.
Y eso lo tiene muy claro Humberto Patiño, cabeza visible de la convocatoria, que desde hace mucho rato siente que su compromiso con la región va mucho más allá de lo hecho hasta el presente, incluyendo por supuesto su "hija consentida", la cooperativa Iscalá Export, desde donde ha prodigado nueva formas de vida, producción, bienestar y que ya está pensando en una nueva jornada para el próximo 8 de febrero.
Por supuesto que en un día no se alcanza a hacer todo el trabajo, pero el logro es superior a lo planteado, por eso las más de 200 personas que armadas de palas, picas, azadones, machetes, guadañas, carretillas y un ánimo más que sorprendente, aún a pesar de las inclemencias del clima, dieron una gran lección y con el anhelo firme que se pueda repetir ojalá con más voluntarios a bordo.
Es claro que estos trabajos corresponden a los entes gubernamentales, pero cuando los mismos no han hecho nada, lo mejor es convocar a la comunidad y de esa manera cooperar y visionar otros espacios de integración, mejoramiento de condiciones y apuesta total al bienestar.
La Alcaldía me cuentan, colaboró al máximo, así como los demás estamentos del municipio, incluyendo funcionarios que se pusieron el overol desde el alba hasta el anochecer.
Otras entidades, personas y gremios hicieron aporte de almuerzos comunitarios, refrigerios y algunos elementos necesarios para un buen resultado de la tarea y así todo funcionara como un relojito hasta el atardecer.
Y un apoyo de inigualables alacances lo constituyó la ya famosa “pajarita” que el Ingeniero Segundo Antonio González a través de su empresa puso al servicio de la comunidad.
La máquina y sus operarios desde muy temprano trabajaron sin descanso en una cantera del lugar, cedida también por su propietario, para cargar todo el material que fuera necesario para mitigar como dicen los conductores “tanta huecamenta” en la vía.
Con esta retroexcavadora se facilitó mucho el trabajo realizado.
Ahora los campesinos de la zona tienen fundadas esperanzas que pronto los reservorios de agua, cunetas y escorrentías en sus fincas, también se puedan arreglar con la misma.
Por fortuna ya se están organizando los cronogramas y ese deseo del benefactor será realidad y los agricultores podrán realizar pequeñas obras que serán enormes soluciones en su diario trajinar.
Hoy la vía se ve más amplia, despejada y hasta muchos de esos “pasos feos” tiene otra cara, ya los caros no tienen que frenar en seco para evitar daños en sus sistemas de amortiguación.
Ahora los actuales administradores y legisladores del municipio, para demostrar que si está en buenas manos, deberán gestionar recursos del orden nacional y regional para el mejoramiento total de la carretera que requiere sin duda arreglos totales y no maquillaje.
Reitero que la jornada cívica fue un magnífico ejercicio de integración comunitaria, más no es la solución total, que de hecho corresponde al gobierno, pero es un buen comienzo a ese caminar que se quiere en estos nuevos tiempos.
Estamos como dicen los narradores de ciclismo, en las primeras de cambio, por eso esperamos que las buenas energías y propósitos no se queden en el papel y los buenos deseos.
Hay que trabajar con intensidad, hay que apoyarse en las personalidades del lugar para hacer el lobby correspondiente y presionar en el buen sentido de la palabra todos esos recursos y trabajos que se requieren, como es la nueva carpeta asfáltica, no solo hasta el alto de Mejué, sino hasta Toledo y Mónoga para unir ese corredor con la denominada carretera de La Soberanía que está siendo intervenida por los Ingenieros Militares.
Luego el beneficio es muy sencillo de identificar, nuestros campesinos podrán sacar más fácil y a menores costos sus productos, la movilidad mejorará notablemente el llamado eco – turismo y hasta inversiones nuevas que lleven bienestar y progreso se podrán vislumbrar.
Estamos en el momento oportuno de este siglo XXI para cambiar esa cultura de caminos de herradura, como si aún fuera la época de la conquista o la colonia, no es posible que ese atraso en infraestructura siga dando al traste con las oportunidades que el mundo moderno nos entrega.
Por eso jornadas como las vividas en Chinácota y que con gusto acompañamos, nos plenan el corazón de esperanza y hacer dibujar una sonrisa, la misma que vimos en tantos rostros curtidos por el sol y la lluvia trabajando sin descanso a uno y otro lado de la vía de esa ensoñadora región.
OTROS TRABAJOS
Las cámaras de PANORAMA FRONTERIZO también constataron mejoras ostensibles en el álgido paso de La Chaconia, allí fue retirado gran parte del material que hasta hace pocos días solo dejaba un carril habilitado.
También ya comenzaron las obras para construcción del nuevo puente de Guayabal, donde una retroexcavadora comenzó a limpiar el lugar donde seguramente se construirán los anclajes del viaducto que fue destruido por la quebrada.
Y en la famosa ESE (S), el muro colapsado también está siendo intervenido, con lo cual se mitiga en parte el peligro inminente para personas y vehículos que transitan por el lugar.
En fin, se están haciendo cosas, esperamos que se ejecuten muchas más y no se descanse hasta tener como debe ser a “La casita bonita de Norte de Santander”